martes, 14 de octubre de 2014

"EURITMIA OTOÑAL"









Desde el medio del mar sufriendo otoño
zozobrando sin  ti, arsénico puro,
infiltrándome antídotos que sanan
procurando salvarme feneciendo.


Escuchando este océano Pacífico,
tras mis labios de ron rompen las olas
espumando burbujas con tu nombre,
nombre propio que estalla como un seno.


Siempre otoño entre  sales de cicuta,
calendario de mi última retina.
aplomados otoños esperando,
manteniendo las hojas de los arces.


Otoñales alfombras navegables,
arsenales de versos que yo piso
enlodándome así con tus fonemas,
ese arsénico puro que me mata.


Más sintiendo mi muerte voy y te espero
naufragando  en los mares de Ñambuco.
marinero de mortífera esencia,
tormentosa erupción que yo succiono.


Y me llevo los días de tortuga
desde el medio del mar sufriendo otoño,
infiltrándome antídotos que sanan
procurando salvarme feneciendo


Pereciendo por ti de cualquier modo
desde el ron de la sal del cierzo tuyo,
esa herrumbre otoñal de mis mareas
que sollozan por tu sabor preciso.


Acostumbro ahora a beber ron sí,
me avergüenza mi boca de rapiña.
Mis encías se colman con tu nombre,
se me queda la jota entre los dientes.


Solo puedo escribir versos etílicos,
navegables:”Te quiero desnudándote”,
pero no quiero cera quiero el fuego
que me cruza la espalda con tu palmo.



Desde el medio del mar sufriendo otoño,
desde el medio del mar con tu bandera.
Desde el medio del mar te estoy rezando.
Desde el medio del mar habla mi muerto.


(c) Carmen Castejón Cabeceira

"QUIZÁS"










En vertical, en crisis esta es mi voz abierta
                                                                                                                                         
                                       
          
    

Quizás porque sabemos
que la vida es  muy corta,
nos la pasamos siempre
con el llanto en los ojos.


La posibilidad
que damos
al instante feliz,
es mínima.


No es que nuestra ilusión
sea estar siempre tristes,
permanecer
sin romper con el  hielo
de conocer el fin.


No, no es eso.
Y es que
no advertimos el  júbilo
a través de las sombras,
derrochando lo andado
como camino exánime.


El temblor silencioso
de la luz que nos guía
no nos da confianza,
y es todo lo contrario.

Desde que da comienzo
nuestra historia
asidos a la tierra,
iniciamos los rumbos
de los colores
disímiles,
y  permeables.



Somos  seres lumínicos,
esa verdad nos urge
conocerla al instante,
ignorarla nos daña
y nos desvía.


Esto todo sucede
 Por excluir
la lluvia desde  niños,
cuando padres y abuelos
en los húmedos días
nos anunciaban
 un tiempo
maldito.


Festejamos el sol
pero no confiamos
en su constancia.
Por eso
lloramos casi siempre,
perdiéndonos
los rayos más agudos
y las gotas
de agua
que  fresquísimas llegan



a renovar el aire,
y a dar un nuevo impulso
a todo lo que existe


(c)Carmen Castejón Cabeceira

"EL SUEÑO DE TAGORE"



                             
                                                                                





No podemos aceptar
que el amor pueda ser alguna vez derrotado

                                                     R. Tagore




Desde el cerco de tu sueño,
todavía no debes renunciar
aunque se oponga el otoño.
Si el óxido enmohece la esperanza
y la raíz que puja,
es más fuerte la luz
que el témpano de hielo
del exterminio.


Si una mano invisible
tentara con la suerte
de las Fetales estrellas,
que por la hierba reptan desde abril,
nos queda remontar todos los ríos.


Cuando más adelante,
tu silencio madrugue
y se anticipe a mi beso:
habrá una primavera.


Desde la misma tierra bastaría una flor
sometida a la página
de un libro de Bukowsky,
para reconocer
la caricia más íntima del agua,
los secretos lascivos
que también contribuyen al amor.



Sin tí no tengo nada
ni siquiera ese pétalo que duerme.
No podré alcanzar los cursos
más altos si te rindes
y mi rabo de nube
se romperá en tu esquela.


Sin tí no tengo nada.
Quimeras abolidas,
razones de jardines en clausura,
mogollones de "kleenex".


¿Qué voy a hacer ahora,
si el óxido enmohece la esperanza?.
Es más fuerte la luz,
más constante el querer
que el odio emancipado.


Se reduce a papel la primavera,
pero llega el poema que me ayuda
a derretir la cera de cuartilla.


No, sin ti no tengo nada.
Pero no dejaré
que te anegue la niebla.
Recurriré al "Bizarro" de Lisboa,
y al fado de Coimbra
que canta con la piedra bajo el musgo.
Recogeré las conchas de Carril
para reconstruir tu pecho herido,
el que quiere rendirse
de cada risa tuya
de cada beso tuyo,
y de cada más allá
que te compete.


Quiero decirte que estoy,
y que no me perdí.
Con toda mi resistencia
me devuelvo a tu amor,
al último reducto

sin mentiras extrañas,
en  donde no molesto cuando escribo
que no ha de ser posible tu derrota.


(C) Carmen Castejón Cabeceira

"YO NO SABÍA"






Yo no sabía
de su  nombre en otoño.
los meses de verano
fueron oscuros,
cerrados en demandas.
Mis aullidos partieron
al final de septiembre
por mi y por los vecinos
sin prórrogas
ni uñas..


Cada  noche clamaba
con la ventana abierta,
y  los ojos volcados
a la sal,
me asían al recelo
de una estrella de Agosto.
No obstante,.
 permanecí  inmóvil
con las piernas abiertas a la luna.


Esos  noventa días
con sus noventa noches.
se pasaron  precipitadamente
entre impactos de sol
y conjuros de espejos.


Encendí muchas velas
Inciensos y aromas.
Convoqué un aquelarre
de muñecas y objetos regalados
por el.



Todo fue inútil.
El otoño llegó
Sin sus noticias.
Comenzaron los árboles
a sufrir  de calvicie
y yo igualmente.



Una mañana de esas,
mi lavabo se colmó
de pelos muertos.
Resolví comenzar
un cursillo de olvido
de no saber.
Me ejercité en la amnesia
desde su nombre.


Estamos en Noviembre
yo ya no le conozco,
pero sigo escribiendo
puedo verle de frente ,
pero no se su nombre.
Mi pelo está muy sano
como mi corazón
conocedor de aprecios
y de álgebras,
mis muslos son ahora
                                                                dos lotos de la luna



                                                       (c) Carmen Castejón Cabeceira

"SALTAR"









Podría prescindir

 de ser coherente

dieciocho horas al día,

para no prepararte

desayuno y pucheros.

y entonces entonar

fuera de los fogones

sin horarios,

una canción muy verde

cerca de la bandera,

la que ondea en la lengua

hacia el Jardín Botánico,

en donde vaciamos

los dedos de las llagas.

La esperanza me asiste.

He propuesto a una flor

el polo Sur

de la calle Alameda,

y aunque está lloviznando

me seguirá.

Ha saltado la reja

-cansada de mostrar

 a los turistas

su rigor académico-

Ahora solo

tenemos que encontrar

a Julio Verne,

para que nos dibuje

un submarino.

(c)Carmen Castejón Cabeceira

"DECLARACIÓN PATÉTICA"











Estoy sola y te nombro.

Mis  voces  se derrumban

por  desgaste de sílabas

en un pliego cercano

renacentista en fusas

donde a veces me evito.




No te vivo  distante.

¿Para qué  el eufemismo?

No hay combate capaz

de lograr el triunfo

con visibles mayúsculas

que me ofrece tu  acceso.




No se como decirte

que este impulso poético

- grítalo como quieras -

sin pretensión reglada

rubrica mis deseos

de recordarte siempre.





No quiero preguntarme

sobre el viento que llega

si su sabor a triste

es que no te retornas

esta noche de celos,

de extrañeza sensible.




Frecuento la lumbrera

donde hay un drama trágico:

tu rostro consagrado

en el  cristal que aguarda

pues no amanece dentro.




Tan lejos y tan nunca.

Y tan tal vez mañana

abrazando diptongos.

Mordiéndome los labios

rielará tu hierba

descendida en el lecho

en el cual yazgo amante.







Te  amo  sí.

Una confirmación

del color que dudabas.

Una musculatura

toda tracción en fuste.

Ahora hay unos brazos

sabedores de tiempo.




Te amo , es mi deber

después de molestarte

con estos sinvivires.

Solo espero que vuelvas

para poder creérmelo

y ser toda saliva.




No sabes que navego

sofocando gaviotas

en mis lindes oscuros.

Las sábanas inquietas

no concilian el sueño

por exceso de  acoso.




Desde que tu te has ido

Ya no espero estaciones.

¿Qué me importa la lluvia

o las flores cambiantes,

si ya no tengo tiempos?

Te has comido mis horas.




Este ser vertebrado

no sabía de amores

ni del riesgo de olerte.

Y ahora padeciendo

de ruptura lingüística

me muero por usarte

atormentada en piel.



Vuelve para mis hambres,

para mis ojos,

para mis manos,

para mi boca,

Vuelve porque me sufre

el espacio de cuerpo

la embocadura misma ,

que solo abrigas tú.


(c) Carmen Castejón Cabeceira

"AUSENCIA DE AGUA" EN VÍDEO

"TODO SOBRE TU RISA"









Voy a hablar de tu risa

-No quiero parecer un hada ñoña-

Detrás del paladar

 lo que no sabe nadie

es que tienes un fuerte remolino.

Tu eres lo que se queda

contenido entre  dientes.

Cuando se te provoca

con algo muy gracioso,

como un río feliz

esparces de canela el horizonte.

Se amontona la dicha

sobre todos los rostros que te cruzan.

Se hace el día a la luz.

La palabra energía es poderosa

partiendo de tus guiños.


(c) Carmen Castejón Cabeceira

"PROFETIZADO"








Y para qué decirte

que la noche está helada,

que la intriga del beso

se ha ido como tú

fuera de horas de rimas

y  no conseguiré

sentir por los acordes

un respeto tan hondo.



No hace falta que indagues

que lágrima causó

la última sesión solar.

Aclárame porqué

todo estaba previsto

para poder cumplir

la profecía.


(C)Carmen Castejón Cabeceira