martes, 14 de octubre de 2014

"AUSENCIA DE AGUA"








Un viento resacoso delata la desdicha.

Desde que el desconsuelo

ya no se expresa en llanto

nuestra congoja intrínseca ha yermado los rostros.



Ahora nos sucede

que se agota la lluvia.

Desesperan los pozos como los manantiales.

Los mares y afluentes

con sus cauces estériles

claman desde las cimas de los pechos isleños

como últimas gotas

del rocío salino.



Los ríos que no vuelven son como amores muertos.

Es un luto sin pausa

 la falta de humedad.



La pena que me quiebra muerde la salazón

de estas carnes curadas

al sempiterno sol.



Mis dientes taladrando entre las grietas te inquieren.

Disculpa esa torpeza,

 no entendía de sed.



Te has ido como el mineral  al líquido amniótico.

                                        ¡Como deseo ahora que me llames!

No asumía tu curso como mi único océano

Y hoy todo se comprende

Junto a los alacranes.



Repto por un desierto de existencias inútiles.

Me supura tu cara

como  especias de trapo.

La destrucción total renueva tus advertencias.



Si te acierto al cruzar

una noche estrellada,

escúpeme en los labios.

En tus vértices claros

se encuentra el agua pura.

Al exhalar su tamo

brotará para todos a través del vidrio.



Los ríos volverán,

como las emociones.

Porque llorar es todo, y es necesario el líquido

para mostrar afectos.

(c)Carmen Castejón Cabeceira

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